domingo, 13 de octubre de 2019

DÍA DE LAS ESCRITORAS 2019.

Mañana se celebra el Día de las Escritoras. Nosotros queremos conmemorarlo con este poema de Ángela Figuera Aymerich que nos recita Rocío.




El Día de las Escritoras es una conmemoración promovida por la Biblioteca Nacional de España junto a la Federación Española de Mujeres Directivas, Ejecutivas, Profesionales y Empresarias (FEDEPE) y la Asociación Clásicas y Modernas que, desde el año 2016, busca reivindicar la labor y el legado de las escritoras a lo largo de la historia a partir de la lectura de fragmentos representativos de sus obras.
Cada año, esta celebración se lleva a cabo el lunes más cercano a la festividad de Teresa de Jesús, el 15 de octubre, en el Salón de la Actos de la Biblioteca Nacional de España y en otras entidades e instituciones nacionales e internacionales que se suman a la iniciativa.

Clicad en este enlace para tener más información Día de las Escritoras Biblioteca Nacional.



No quiero
 Ángela Figuera Aymerich
(Bilbao 1902-Madrid 1984)


No quiero
que los besos se paguen
ni la sangre se venda
ni se compre la brisa
ni se alquile al aliento.
No quiero
que el trigo se queme y el pan se escatime.

No quiero
que haya frío en las casas,
que haya miedo en las calles,
que haya rabia en los ojos.

No quiero
que en los labios se encierren mentiras,
que en las arcas se encierren millones,
que en la cárcel se encierre a los buenos.

No quiero
que el labriego trabaje sin agua,
que el marino navegue sin brújula,
que en la fábrica no haya azucenas,
que en la mina no vean la aurora,
que en la escuela no ría el maestro.

No quiero
que las madres no tengan perfumes,
que las mozas no tengan amores,
que los padres no tengan tabaco,
que a los niños les pongan los Reyes
camisetas de punto y cuadernos.

No quiero
que la tierra se parta en porciones,
que en el mar se establezcan dominios,
que en el aire se agiten banderas
que en los trajes se pongan señales.

No quiero
que mi hijo desfile,
que los hijos de madre desfilen
con fusil y con muerte en el hombro;
que jamás se disparen fusiles,
que jamás se fabriquen fusiles.

No quiero
que me manden Fulano y Mengano,
que me fisgue el vecino de enfrente,
que me pongan carteles y sellos
que decreten lo que es poesía.

No quiero amar en secreto,
llorar en secreto,
cantar en secreto.

No quiero
que me tapen la boca
cuando digo NO QUIERO...

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